lunes, 4 de noviembre de 2013

Modelado en Arcilla.

La arcilla es un elemento muy utilizado desde hace millones de años, desde siempre y por su facilidad de modelado se ha usado para dar la forma deseada las manos, desde hace unos años la técnica se tiende a perfeccionar con el uso de diferentes herramientas que facilitan la realización de la misma. Actualmente es uno de los recursos más utilizados en el aula para el trabajo de las esculturas, por ser manejable y sobre todo por la facilidad que existe de encontrar arcilla en tiendas especializadas.  Uno del aspecto que tenemos que tener en cuenta es que la realización del modelado sobre la arcilla debe hacerse siempre con esta húmeda, por lo que tenemos que procurar que esta no se seque y tienda a romperse cuando intentemos modelarla.

Materiales.

Aunque generalmente se sigue trabajando especialmente con las manos, existe una amplia variedad de utensilios con los que el trabajo se realiza más rápido y con mayor perfección.

Palillos de modelaje (Con estos palillos podemos dar distintas texturas, formar esquinas y huecos).



Ahuecadores (Por otro lado los surcos, huecos y demás formas que tenemos que darle a la escultura quitando el exceso de material).




Cuando realizamos el modelado en arcilla, existen principalmente dos técnicas.

Técnica molde perdido.

Esta técnica consiste básicamente en usar como modelado una figura en relieve y conseguir la misma en arcilla, para ello utilizaremos escayola líquida que nos permitirá obtener una hueco con la figura que deseamos en “negativo”. Cuando esta capa se seque volveremos a verter una nueva. Una vez realizadas todas las capas extraemos la misma que previamente estará preparada para la fácil extracción.
Una vez preparada para trabajar con ella vertemos en el interior la lechada de escayola con la que vamos a conseguir la escultura finalizada, cuando ya esté seca tenemos que sacarla obteniendo una réplica exacta.

Técnica para cocción en horno.

Cuando trabajamos con arcilla que posteriormente vamos a cocer, para obtener así un resultado final, es necesario que prensemos bien la pieza para así evitar burbujas que puedan inflarse en el horno.
El tamaño es un aspecto que tenemos que cuidar también, si la pieza es pequeña puede realizarse “al aire”, mientras que si el tamaño es medio o incluso grande la escultura debe tener un soporte que nos permita trabajarla con facilidad pero que podamos extraer una vez realizada la misma.
La figura que coceremos al horno debe estar hueca en su interior teniendo las paredes un grosor de aproximadamente 3 centímetros, que permita su cocción y a su vez que se mantenga.
Es importante que antes de meterla en el horno la escultura esté seca en su totalidad. En cuanto a la temperatura a la que debemos cocerla depende del tipo de escultura y del tipo de horno que estemos utilizando, generalmente oscila entre 800º-1200º. El horno con el que trabajemos será de cerámica y especifico para este tipo de trabajos.

El tratamiento final de la escultura debe hacerse cubriendo la superficie con lo que conocemos como gomalaca, para evitar que las pinturas que usemos puedan perjudicar o estropearla.
Para completarla podemos dejarla con su color natural, o decorarla como más nos guste.

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