Prehistoria: Arte prehistórico en Europa.

Las primeras esculturas las encontramos en el Paleolítico inferior, donde el hombre cortaba el sílex chocando contra otra piedra. Posteriormente utilizó el grabado, el relieve en piedra y en huesos de animales. Las primeras piezas escultóricas que conocemos proceden de Egipto, China, India y el Cercano Oriente, donde hacia el 4.000 a.C. ya existían hornos para fabricar objetos de alfarería (barro o arcilla).

Sílex.

Hace aproximadamente unos 30.000 años aparecen representadas unas figuras humanas femeninas de piedra (Venus paleolíticas, Venus de Willendorf y Venus de Lespugue), las cuales hacían referencia a la fertilidad. 

            Durante el período magdaleniense se utilizaron bastones y propulsores con motivos decorativos.

         

         En el Paleolítico superior, lo más abundante eran las tallas y objetos grabados que evolucionaron desde una fase más primitiva (con decoraciones esquemáticas) hasta la representación de figuras animalísticas que se adaptaban a la estructura del hueso. La arcilla también fue un material habitual.

Bastón perforado.

           Uno de los grandes avances en la historia de la escultura fue el poder trabajar con el metal (primero el bronce y luego el hierro), que sirvió para fabricar herramientas más eficientes y obtener un nuevo material para realizar obras escultóricas. El proceso de construcción de la obra (primero en arcilla y luego vaciarla en bronce) ya se conocía en las antiguas civilizaciones griegas y por los romanos, y es el sistema que aún seguimos utilizando.

En el último periodo de la  Edad del Hierro, los celtas desarrollaron la cultura de La Tène, generalizándose por toda Europa y representando una evolución del arte perteneciente a la cultura Hallstatt (cultura arqueológica perteneciente al Bronce final y la I Edad del Hierro). La decoración de la cultura Tène se caracteriza porque en todos sus objetos, espadas, escudos, broches y diademas, existen  motivos de animales, plantas y figuras humanas.

 A partir del siglo III a. C. se acuñaron las primeras monedas siguiendo los modelos helénicos, así como obras figurativas.

Venus.